Las ciudades-estado griegas crearon una formación de infantería pesada compuestas por ciudadanos entrenados que combatían con lanza y escudo, los denominados hoplitas. Éstos demostraron su valía en todo tipo de escenarios bélicos, sobre todo en las guerras contra Persia en el siglo V a.C. Los hoplitas fueron reconocidos como la mejor infantería de su tiempo hasta la aparición de la falange macedónica, ante la que sucumbieron.
Panoplia completa de un hoplita:
La panoplia hoplita constaba de un escudo grande y redondo, en forma de cuenco (aspis), un casco de bronce, una coraza de bronce o lino rígido y espinilleras de broce denominadas grebas. La armadura podía pesar más de 30kg, el aspis entre 7 y 9 kg era el elemento más pesado.
Hoplón o Aspis.
Se trataba de un escudo de madera forrado con una capa muy fina de bronce y el interior revestido con un forro de cuero, de aproximadamente un metro de diámetro. La estructura del escudo, estaba construida con maderas flexibles como es sauce o el chopo. Debido a su peso, los soldados cogían el escudo mediante dos asas: un brazal (porpax), en el centro, por donde pasaba el antebrazo y la empuñadura (antilabe), fijada cerca del borde. El aspis se sostenía cerca el pecho y cubría al hoplita desde la barbilla hasta las rodillas. Podía llevar un animal representativo.




Casco o Yelmo.
Tipos de yelmo griego:
Corintio: Cubría toda la cara, dejando libre solo los ojos, tubo ligeras variantes conocidas como tipo myros y uno mixto, que tenía cresta estilo ilirio, este casco era el mas común.
Etrusco-corintio: Su característica más destacada era la apertura de los ojos más pequeñas y juntas.
Coraza
La coraza, que podía ser de bronce o de lino, cubría totalmente el torso del hoplita. Los de lino se fabricaban con numerosas capas de lino pegadas con resina, con la que se formaba una prenda rígida de medio centímetro de espesor. Bajo la cintura se cortaba en bandas (pteruges) para facilitar los movimientos y se colocaba una segunda capa de pteruges detrás de la primera, cubriendo los espacios que quedaban abiertos y formando una especie de falda que protegía las ingles. La principal ventaja de la coraza de lino (linothorax) era su comodidad, resultaba más flexible y fresco que la de bronce. En cuanto a la protección, la principal ventaja del bronce era que podía desviar los golpes oblicuos. Un golpe directo podía traspasar el metal, pero aún podía detener el golpe los refuerzos que los soldados llevaban debajo de la armadura. La coraza de lino no desviaban los golpes oblicuos pero su ligereza compensaba esta circunstancia.
Grebas
Las espinillas de los hoplitas estaban protegidas por grebas de bronce (knemides) a las que se daba la forma de los músculos de las piernas para que se ajustaran perfectamente a ellas. Al principio solo cubría la parte inferior de Ia pierna, pero más tarde se extendió también a la rodilla. La greba se metía abierta y se ceñía alrededor de la pierna. Se fabricaba con un método desconocido, que volvía flexible el bronce.
Dori.
El hoplita podía llevar dos tipos de espada. Espada larga (xiphos), la hoja de hierro se ensanchaba hacia la punta y se estrechaba en la empuñadura para facilitar el golpe, también podían llevar una espada mas corta (kopis), pesada y de un solo filo estaba diseñada para seccionar al enemigo atacando con una potente estocada. Tanto el filo cortante como la parte posterior eran convexos, con el peso cargado sobre la punta. Sin embargo estas eran armas secundarias.Hacha
Con mango de madera y hoja de bronce, incluía una punta para atravesar armaduras.
Sandalias
Se usaban incluso en climas fríos. El cordón se enrollaba en la pierna y se ataba en la rodilla
Cantimplora
Estaba hecha de barro cocido poroso para refrescar su contenido por evaporación.
Bibliografía:
Revista Historia (National Geographic)
Revista Historia y Vida
Grandes Civilizaciones Grecia (Stefania Ratto)
Grecia el apogeo de una gran civilización (National Geographic)
Grecia Antigua (National Geographic)
Los Ejércitos Griegos (Peter Connelly)
La leyenda de los 300 Termópilas (Nic Fields)
De Maratón a Platea (Philip de Souza)














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