La red de vías romanas unía todo el el territorio romano, pariendo radialmente desde la misma Roma. Las vías romanas tienden a nacer con un rol militar, relacionadas con la conquista y pacificación de un territorio. Las vías facilitarán la romanización de los nuevos lugares anexionados, pues a través de ellas se difunden las ideas políticas, religiosas, artísticas… y sirven para cohesionar los nuevos núcleos urbanos. Contaron, a su vez, con un importante papel económico ya que facilitaron los intercambios comerciales entre distintos puntos. Sin duda, las vías romanas, pueden considerarse como uno de los medios fundamentales que permitieron el fenómeno de la romanización.
Las fuentes escritas, que mayor información nos aporta sobre la red viaria romana son el Itinerario de Antonino, el Anónimo de Rávena y la Tabula Peutingeriana
Existían tres tipos de calzadas, las terrenae (de tierra), las glarea stratae (empedradas con guijarros y cantos rodados) y silice stratae ( de piedras de mediano tamano).
Para llevarlas a cabo debían hacerse unos trabajos previos allanando el suelo natural o excavando zanjas. A continuación, la vía propiamente dicha, se confeccionaba en base a varias capas. La capa inferior era el statumen yestaba compuesta de guijarros. Sobre esta venían otras dos capas, rudus y nucleus, compuestas de arenas, arcilla y guijarros, y finalmente, en la parte superior, se disponía la última capa denominada summa cresta o pavimentum que consistía en un pavimento de losas de piedra regularmente dispuestas.
Se ha calculado que la red viaria romana llegó a tener unos 120.000 km de vías principales, sin contar las secundarias o caminos de menor importancia.
Existían tres tipos de calzadas, las terrenae (de tierra), las glarea stratae (empedradas con guijarros y cantos rodados) y silice stratae ( de piedras de mediano tamano).
Para llevarlas a cabo debían hacerse unos trabajos previos allanando el suelo natural o excavando zanjas. A continuación, la vía propiamente dicha, se confeccionaba en base a varias capas. La capa inferior era el statumen yestaba compuesta de guijarros. Sobre esta venían otras dos capas, rudus y nucleus, compuestas de arenas, arcilla y guijarros, y finalmente, en la parte superior, se disponía la última capa denominada summa cresta o pavimentum que consistía en un pavimento de losas de piedra regularmente dispuestas.
Se ha calculado que la red viaria romana llegó a tener unos 120.000 km de vías principales, sin contar las secundarias o caminos de menor importancia.